En los últimos años, el auge de la Fisioterapia Respiratoria está siendo evidente. Una mayor demanda y un incremento de la oferta están haciendo que sea cada vez más conocida y respetada. Llevamos años luchando para conseguir esta visibilidad, pero no debemos olvidarnos de la calidad. Estos son los 10 requisitos para alcanzarla:
- El fisioterapeuta debe estar especializado en Fisioterapia Respiratoria. Conocer la anatomía, fisiología y fisiopatología respiratorias, manejar con soltura las diferentes técnicas, sus indicaciones y contraindicaciones y por supuesto saber las diferencias entre el niño y el adulto
- Constante actualización de conocimientos del fisioterapeuta respiratorio. No sólo es importante formarse si no también reciclarse. Acudir a cursos, congresos y jornadas para seguir aprendiendo.
- Valoración inicial exhaustiva. Un tratamiento de calidad sólo se puede llevar a cabo si va precedido de una correcta valoración. Nunca se pierde el tiempo preguntando, leyendo informes médicos, conociendo los antecedentes familiares y personales y explorando al paciente.
- Tratamientos personalizados, hechos a la medida de las necesidades de cada paciente y basados en la valoración previa.
- Empatía con el paciente. Escucharle, conocer sus miedos, temores, problemas y necesidades que marcarán el tratamiento y su evolución.
- El paciente debe ser parte activa del tratamiento. Si conoce y entiende su problema puede involucrarse de manera activa en el proceso. Debemos empoderar al sujeto con herramientas que le permitan manejar y controlar su enfermedad, dándole seguridad y confianza en sí mismo.
- El bienestar del paciente es lo primero. En los tratamientos de Fisioterapia Respiratoria Infantil es normal que los niños más pequeños lloren, pero nunca seremos agresivos ni demasiado intensos para agotarle. Provocar el vómito no es una técnica de Fisioterapia Respiratoria.
- La familia cuenta. Los padres siempre estarán en la sesión y se les dará toda la información necesaria tanto sobre el estado de su hijo, como para que sepan qué hacer en casa para mejorarlo.
- Dedicación plena del fisioterapeuta. El paciente que sufre una enfermedad respiratoria es especial. Además del difícil control de la enfermedad en determinados momentos, muchos sufren ansiedad, ingresos frecuentes, pérdida de calidad de vida, aislamiento… El fisioterapeuta respiratorio se convierte en un pilar básico ayudando en el control, estabilización y prevención de los síntomas y las complicaciones que puedan aparecer.
- Contacto directo y comunicación con otros profesionales sanitarios. Para ser eficaces debemos comunicarnos con el resto de profesionales que tratan al paciente y trabajar en equipo. Aunando fuerzas y yendo todos en el mismo sentido conseguiremos la eficacia del tratamiento y ahorraremos costes.
En resumen, una Fisioterapia Respiratoria de calidad está basada en la especialización y dedicación plena del fisioterapeuta, la personalización del tratamiento, en involucrar activamente al paciente y su familia y buscará el bienestar del paciente por encima de todo, con una visión científica pero también humana.